Según un estudio realizado por el Departamento de Nutrición del Instituto de Salud y Medicina de Tiajin, China, una deficiencia de zinc puede disminuir la adaptabilidad del cuerpo ante el estrés. Alimentos como el jamón serrano, aportan contenidos interesantes de zinc.
Asimismo, un estudio realizado por la División de Salud Vascular del Rowett Research Institute de Escocia, encuentra evidencias sobre la manifestación de respuestas frente al estrés en relación con un bajo aporte de zinc en la alimentación.
Asimismo, un estudio realizado por la División de Salud Vascular del Rowett Research Institute de Escocia, encuentra evidencias sobre la manifestación de respuestas frente al estrés en relación con un bajo aporte de zinc en la alimentación.
Una dieta equilibrada y adecuada nos aporta todos los nutrientes que necesitamos, hablamos de la energía o calorías, proteínas, hidratos de carbono, grasas y vitaminas y minerales que se requieren para estar fuerte y en forma. Las personas que hacen deporte, deben consumir alimentos ricos en hierro, calcio, magnesio, vitamina B12 y zinc. Este último elemento es muy importante ya que consumir una menor cantidad de la recomendada de zinc podría tener unas consecuencias negativas para el cuerpo. Del zinc dependen una gran cantidad de enzimas que hacen que el organismo funcione de manera correcta y si no hay zinc suficiente no pueden regular bien el gasto de energía en la práctica del deporte. El resultado es evidente, sin zinc aparece antes el cansancio y no se disfruta de un rendimiento bueno en el deporte.
El Jamón Serrano es un aliado natural para combatir el estrés, gracias a su interesante contenido en zinc, ya que estudios recientes relacionan la deficiencia de este mineral con la aparición de estrés, tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves. El zinc se encuentra de manera natural en algunos alimentos, como el Jamón Serrano, que puede aportar más de un 15% de la IDR de zinc (ingesta diaria recomendada) con sólo 100 gramos de producto.
No sólo te aporta hierro tipo “hemo” (1,8 mg/100 mg) para prevenir las anemias ferropénicas, además, es un alimento rico en zinc, ya que contiene 2,3 mg de zinc en 100 g, por lo que su consumo supone un aporte de 15,33% a la ingesta diaria recomendada (IDR).Consumir niveles de zinc más bajos que la ingesta diaria recomendada podría afectar de manera negativa a tu rendimiento deportivo, dada la relación entre una enzima común y cantidades minúsculas de zinc, ya que se piensa que multitud de enzimas dependientes de zinc se encuentran involucradas en respuestas metabólicas claves que regulan el gasto de energía.
Según una investigación realizada por el Departamento de Nutrición del Instituto de Salud y Medicina de Tiajin en China, consumir niveles de zinc más bajos que la ingesta diaria recomendada, podría reducir la adaptabilidad de nuestro organismo ante el estrés. Para investigar sobre la relación entre una deficiencia de zinc y la aparición de estrés, se realizó un estudio consistente en aplicar tres dietas distintas con diferentes niveles de zinc, a un grupo control, a un grupo con deficiencia de zinc y a un grupo con una suplementación de zinc. Los resultados demostraron que aquellos que padecían un déficit de este mineral mostraban de forma clara el aumento de la tensión.
La vida es el deporte más duro, cada día nos exige más y hay que estar a la altura, todos somos deportistas por lo que debemos estar siempre preparados para afrontar nuestros retos particulares. Una buena alimentación es fundamental para superar con garantías todas las barreras, tanto físicas como mentales, de nuestras rutinas.
Por su parte, un estudio realizado por la División de Salud Vascular del Rowett Research Institute de Escocia, resalta el papel del zinc como protector contra la oxidación y la tensión inflamatoria. El objeto de esta investigación fue analizar la influencia de una suplementación de zinc en la dieta y la respuesta hepática de tensión tras el aporte de este mineral. Los resultados concluyeron la asociación directa entre el zinc y el estrés y por tanto, la importancia de evitar un déficit de zinc que conlleve una manifestación de respuestas de tensión.
Una de las enzimas dependiente del zinc es la anhidrasa carbónica, la cual ayuda al cuerpo a depurar subproductos de actividad celular, transfiriendo el dióxido de carbono (CO2) de los tejidos del cuerpo a la sangre y de ésta a las cavidades pulmonares, de modo que el dióxido de carbono (CO2) puede ser expulsado en la respiración. Por lo que si entrenas duro, unos taquitos de jamón serrano te aportarán el zinc suficiente para eliminar los desechos musculares y facilitar la recuperación muscular.
El estrés es aquella situación en la cual las demandas del exterior (sociales o situacionales) o demandas interiores superan nuestra capacidad de respuesta, provocando así una alarma orgánica que actúa sobre el sistema nervioso, cardiovascular, endocrino, e inmunológico, produciéndose un desequilibrio psicofisiológico con la consiguiente aparición de enfermedades.
Ante estos periodos de estrés resulta fundamental llevar una alimentación sana y equilibrada e incluir en la dieta alimentos de importante valor nutritivo y con un buen contenido en zinc, como es el Jamón Serrano (2,3 mg/100 g), que también es rico en hierro, fósforo y potasio. El zinc, además de su papel como remedio para combatir el estrés, resulta fundamental para el sistema inmune y para el crecimiento y el desarrollo, entre otras funciones. Es un mineral a destacar en la niñez y adolescencia, ya que dará lugar a su correcto crecimiento y desarrollo, a parte de protegerle de enfermedades por su función en el sistema inmune. Por todo ello, el zinc, por ejemplo a través del Jamón Serrano, no puede faltar en la alimentación de los niños y adolescentes.
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